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Acababa de abrir mi Club de Jazz, no llevaba ni mes y medio dándole a la sin hueso delante del micro, cuando invité al ‘Cifu’. El mío todavía era biberón, pero el suyo llevaba curtiéndose desde tiempos de la Guerra de Vietnam. Yo empezaba programa, él celebraba 30 años (y un día) manteniendo vivo el mítico Jazz porque sí que, después de años dando tumbos por diferentes emisoras de FM, había aterrizado en Radio Nacional de España. Desde entonces, hasta hoy.

Sonó Milestones y ‘Cifu’ me honró presentando el Club como si de su programa se tratara. Ya sabéis, “un programa de jazz para ti que te gusta el jazz”, donde terminó excusándose por su irrupción en las ondas de la que entonces era nuestra casa, la emisora de la Universidad de Navarra: “Buenas tardes, espero no ser un inoportuno ocupa, Carlos”. Por supuesto que no, que el ‘Cifu’ no sólo no fue aquel día un inoportuno ocupa, sino que siempre fue un querido ocupa de las ondas con su Jazz porque sí. Porque para hacer sonar jazz en la radio no se puede ser otra cosa que un ocupa; cuando no se invita al jazz a la mesa –algo bastante frecuente-, uno se sienta a ella porque sí.

Ha fallecido el ‘Cifu’, Juan Claudio Cifuentes, la voz que en España ha sido, es y será la voz del jazz. La voz en torno a la cual se generó la veneración de una comunidad de oyentes que le han seguido y admirado con fidelidad tanto en las emisiones de Radio3, con A todo Jazz, cada fin de semana, como en las noches de Radio Clásica, de Radio Nacional de España, emisora en la que en este siglo XXI ha permanecido en antena el programa que ‘Cifu’, junto a Paco Montes, emitiera por primera vez un 1 de marzo de 1971 en Radio Popular de Madrid. Ese ha sido durante décadas y hasta hoy el programa de referencia de la radio en España dedicado al jazz de leyenda, a ese jazz del que él era una enciclopedia de nombres y anécdotas, y que comenzó a descubrir en su París natal, donde nació en 1941.

‘Cifu’ logró incluso que el jazz se colara en la televisión; fue entre 1984 y 1991. Jazz entre amigos, un programa que marcó a muchísimos aficionados y músicos de este país, que, sobre todo, generó afición, e incluso probablemente fue responsable de algún que otro baby boom jazzístico en España. También para quienes entonces éramos demasiado niños como para ser conscientes de su existencia –yo andaba, como mucho, por Barrio Sésamo-, ha quedado como el sueño de una noche de televisión hoy ya casi utópica.

La vida es también esto, tener que despedirse, pronunciar un triste “hasta siempre, ‘Cifu’”. Hasta siempre… y gracias a Juan Claudio Cifuentes, al que hace unas semanas se le comunicó la concesión de la Medalla de Oro de las Bellas Artes 2014, que podrá lucir cuando acuda a las jams que tienen lugar cada noche allí arriba con los músicos que él nos ha ayudado a disfrutar y a descubrir en cada uno de sus más íntimos detalles, con esos largos preludios y divagaciones que caracterizaban sus intervenciones ante el micrófono antes de cada tema.

‘Cifu’, disfruta del swing celestial y, sobre todo, ¡no te olvides de decirnos en qué frecuencia emitirás ahora! Que no podríamos prescindir de tus “besos, abrazos, carantoñas y achuchones múltiples para todos”.

Carlos Pérez Cruz