En la medida está la virtud. Poco más de media hora de grabación puede parecer poca cosa que llevarse a la oreja, pero esta actuación bien merecía un registro. Y es que estamos ante un EP que recoge el concierto que el trío ofreció dentro de la ‘carta blanca’ que el auditorio Bimhuis, de Amsterdam, le ofreció en 2012 al clarinetista turco Oğuz Büyükberber y que en origen fue emisión radiofónica.
Era la segunda ocasión en que los tres se subían juntos al escenario, previo estreno dos años antes en Estambul. ¿Para qué más? Sabemos bien de qué son capaces Nabatov y Hemingway (perdóneseme la ironía, escrito como está desde tierras ibéricas), ya sea por las colaboraciones del primero con Nils Wogram, su revisión del universo de Herbie Nichols o sus ultracreativos grupos propios, ya sea por el historial del segundo –activo como está desde la década de los 70-, que incluye el cuarteto de Anthony Braxton durante más de una década, entre otros muchos hitos.
Nos quedaba por saber de qué es capaz el turco, músico asentado en Amsterdam y especializado en el clarinete bajo. Y de lo que es capaz sale uno feliz al descubrirlo, porque resulta que estamos ante un notable instrumentista que hace de la contención una de sus señas de identidad, tentados como a veces se sienten algunos vientos-madera al improvisar por un cierto histrionismo expresionista. Büyükberber se expresa con un sonido redondo, cálido y capaz de sacar petróleo de los registros medio y grave; con él articula un discurso que lidera en muchos momentos esta sesión, que lo mismo se desarrolla melódico y vivaz, que permanece circular o que, en definitiva, se funde en una música esencialmente colectiva e imaginativa que, durante esa media hora, atraviesa pasajes de enorme elegancia y belleza. Con semejante compañía…
Carlos Pérez Cruz
Nota: publicado originalmente en 'Cuadernos de Jazz'.
