“¡Extra! ¡Extra! ¡El increíble saxofonista que rebobinaba la música! ¡Extra! ¡Extra!”.
Lo entrecomillo a la manera en que lo hubiera voceado un siglo atrás, el tiempo aproximado de cronología jazzística que fue desandando la tarde del viernes el saxofonista James Brandon Lewis en el Teatro Principal. Un fenómeno asombroso dentro de una actuación bárbara. Un efecto especial hecho sin trampa ni cartón, sin electrónicas ni pedales, a puro saxo. Como si asistiéramos al rebobinado de una cinta magnética, el estadounidense fue dando... (Sigue leyendo en nuestra web en Patreon)