Club de Jazz 22/04/2024
Dan Weiss

Conciertos

Evan Parker, Agustí Fernández e Ivo Sans
La Jazz Cava, Vic (18º Festival de Jazz de Vic) || 6 de mayo de 2016
Músicos: Evan Parker (saxo tenor), Agustí Fernández (piano), Ivo Sans (batería)

Evan Parker, Agustí Fernández, Ivo Sans

Hay palabras y expresiones que usadas sin medida han acabado por perder su significado. Por ejemplo, histórico. Al igual que partidos del siglo los hay en el fútbol al menos cada año, a diario se reflejan en los medios acontecimientos culturales y políticos considerados como tales. Músicos legendarios hay más que leyendas, y catalogar de lujo un grupo o proyecto sirve tanto para las joyas preciosas como para la bisutería. Por eso conviene cuidar el diccionario y manejarlo con cierta cautela. Las palabras merecen un respeto.

Histórica para el desarrollo de la improvisación jazzística y su popularización mundial fue, por ejemplo, la figura de Charlie Parker, legendario por referente..., y por la construcción de mitos y leyendas en torno a su biografía, desviaciones literarias y cinematográficas que enturbian la verdad histórica pero engordan la leyenda. Referente ineludible en el desarrollo de la improvisación libre en Europa es otro Parker, el británico Evan Parker. Activo a sus 72 años, es ya histórico por su importancia fundacional en esta especialidad de la música que algunos disocian del jazz y que otros asociamos con la lógica de su evolución. Si retrocedemos medio siglo, Parker ya estaba explorando el vértigo de la improvisación, revisando las opciones tímbricas y de fraseo, abriendo con un puñado de músicos como Derek Bailey y John Stevens, entre otros, caminos que hoy algunos recorren gracias a pioneros como él. Parker sigue por ellos.

El camino del saxofonista se ha cruzado con el del Festival de Jazz de Vic, cuya apuesta por lo que ellos denominan la vanguardia y la experimentación se va consolidando con una respuesta de público que la refrenda. Se vendieron todas las entradas la noche del viernes. Sold out de cifras modestas pero realistas, tanto por la dimensión de La Jazz Cava como por la penetración en nuestro país de músicas como las de Evan Parker, Agustí Fernández e Ivo Sans. Más allá de los números, la ovación sostenida del público después de dos largas improvisaciones, y su permanencia en los asientos (nada obvio cuando muchos acuden a los festivales de jazz esperando...), fue la tan cotizada comunión de afición, músicos y organizadores. Un rotundo éxito.


Un éxito artístico garantizado por el encuentro en el escenario de Parker con Agustí Fernández, cuya relación musical empezó a sellarse en 1995. Veintiún años y unas cuantas batallas después, Parker y Fernández son sincrónicos. Más allá de la anticipación de voluntades y de la reacción del uno al otro, el sonido siempre bien perfilado de Agustí engarza con el del saxofonista, ese discurso voraz y definido en cada una de las notas de Parker, una personalísima forma de fraseo que, como si se tratara del pizzicato sobre una cuerda, parece pellizcar cada una de ellas para afilarlas al máximo y todas tengan la misma entidad. Como trompetista que soy, me recuerda, aunque sea por asociación, al sonido de un vertiginoso doble picado. Sea como fuere, el resultado es Evan Parker, con todo lo que ello implica.

Hablo de saxofonista y pianista porque es difícil abstraerse de su dimensión creativa, y porque era imposible que su peso individual y complicidad casi familiar no determinaran el resultado, pero el impulsor del trío es Ivo Sans. El baterista pareció presentar de inicio sus respetos escuchando en silencio la fundación del río salvaje de más de cuarenta minutos de la primera improvisación. Eso sí, una vez saltó al agua, no dejó de remar. Para él este encuentro se trataba de una ocasión histórica (sí, histórica), un lujo (sí, un lujo) del que es imposible no tomar notas para crecer como músico. La de Sans no es la pegada descomunal del baterista pirotécnico, es austero en sus recursos pero activo en su uso, especialmente de los platos, que quizá pudo haber dosificado. No llegué a empatizar con todas sus decisiones, entradas y salidas, pero también es cierto que debe de ser difícil no verse arrastrado por los rápidos del caudal inventivo de Evan y Agustí. En una música de tal intensidad, un pequeño detalle, una decisión, pueden ser decisivas en la tensión y distensión de la misma..., y del espectador. Obviamente, detalles subjetivos.

La noche vino precedida por la triste noticia del fallecimiento del trombonista alemán Johannes Bauer, con quien tanto Evan como Agustí habían trabajado en diversas ocasiones. A él dedicó la velada en su alocución inicial el pianista. Un regalo en su memoria, una gran noche que algunos recordarán como la del Evan Parker más "blues" y "coltraniano" de sus vidas. Así lo defendía con entusiasmo un aficionado francés desplazado hasta Vic. Para mí, una noche absolutamente parkeriana.

Carlos Pérez Cruz

Volver
ÚLTIMOS TWEETS
Error : -
Suscríbete a CdJ
Contacto
club@elclubdejazz.com